En este proyecto de reforma, se ha trabajado en la cocina de un chalet ubicado en la zona Norte de Madrid. La cocina original tenía una distribución en L y se ha ampliado con una isla, dejando una forma de U en la distribución para aprovechar al máximo el espacio.

Para el revestimiento de la pared en la zona exterior de la cocina se ha elegido un panelado en color blanco, que aporta un toque sofisticado y moderno al espacio. Además, se ha utilizado un tono topo cálido para los muebles de la cocina, lo que genera un contraste interesante con el panelado de la parte de la entrada.

Se ha instalado una campana extractora de gran tamaño en el centro de la cocina, que se ha integrado con la encimera en tonos blancos. La zona de cocción cuenta con una placa de inducción.

Se ha integrado una zona de almacenaje en la isla central, que además cuenta con una encimera con cantos cortados, ideal para preparar alimentos o utilizar el espacio de barra de desayuno. La iluminación se ha cuidado al detalle, utilizando focos empotrados en el techo y lámparas de colgar en un tono granate, que combinan a la perfección con el resto de colores utilizados en la composición.

En cuanto al suelo, se ha optado por un suelo porcelánico de madera en tono cálido, que complementa perfectamente con el panelado de madera y los muebles de la cocina.

En resumen, este proyecto de reforma ha logrado transformar una cocina antigua y desactualizada en un espacio moderno y acogedor. El panelado en la pared, los muebles en tonos topo, la campana extractora de gran tamaño y la isla con zona de almacenaje, son elementos clave que aportan personalidad y estilo a esta cocina en forma de U en un chalet ubicado en la zona Norte de Madrid.